En las últimas dos semanas, la vida futbolística de Federico Silvestre dio un giro vertiginoso. Hace 15 días entrenaba y jugaba con la primera local, hasta que le dijeron que tenía que practicar con el plantel profesional, y hace dos partidos que juega de titular como doble «5» al lado de Pablo Galdames.
«Todavía no caigo. Todo se dio muy rápido, demasiado. Fue un salto bastante considerable, pero hay que estar preparado. El técnico me dio confianza y espero poder aprovechar esta chance», contó ayer Silvestre.
El volante central tiene 19 años (nació el 6 de octubre de 1987) en Carrilobo, un pueblo ubicado a 153 kilómetros al sudeste de Córdoba capital y que en el censo de 2001 tenía 1.532 habitantes.
En el verano de 2006 llegó a las inferiores de Instituto procedente del club Alianza de Carrilobo. «Me trajo a probar un ex jugador de Instituto (Iván Rivero) y quedé. En mi pueblo jugaba de enganche. Este año ‘el Rulo´ González y Ramón Álvarez me hicieron jugar de ‘5´ en la local», contó.
Mientras vive este presente futbolístico, Silvestre no descuida los libros. «Estoy en el segundo año de la carrera Agronegocios. Espero poder terminarla. Tengo familiares que tienen campo y si no me va bien en el fútbol, trabajaré en el campo», comentó.
-¿Qué significa jugar al lado de Galdames?
-Es un gran privilegio jugar al lado de un futbolista con tanta experiencia. Te enseña mucho y te ordena. Cuando debuté en Mendoza, concentré con él y me dijo todo, que juegue tranquilo.
-¿Qué te pasó el sábado?
-Pedí el cambio porque las piernas no me respondían. Me pasaron muchas cosas por el debut de local, ante mi familia y amigos. Tengo el apoyo de mi pueblo y eso es muy lindo.
-Bien la primera local, que aportó varios jugadores.
-Se ve que por la buena campaña que viene realizando han mirado mucho para abajo y sacaron varios jugadores. Ojalá siga el club así, sacando de las inferiores, que hay un potencial enorme de jugadores.